Para ubicar el trastorno de la impotencia sexual masculina, debemos atender una serie de factores iniciales. El ser humano es curioso por naturaleza, y mayormente al género masculino desde temprana edad se le despierta la curiosidad por el sexo, a partir de ese momento, sus profesores, padres y representantes deben encargarse de formarlo adecuadamente con relación al campo sexual. En este sentido, es importante que dicha educación esté basada en contenido libre de tabúes o pensamientos que a futuro generen traumas o cohibiciones durante sus relaciones sexuales.
En la sociedad actual, muchos hombres experimentan etapas de impotencia sexual, las cuales generan afecciones en sus relaciones de pareja, sin embargo, lo más alarmante es que a la larga este problema desencadena una fuerte frustración y es así como los síntomas alimentan el trastorno, convirtiéndose en un proceso infinito y sin escapatoria aparente. Sin embargo, en estos casos, lo más recomendable sería buscar ayuda profesional. A continuación te indicamos cómo reaccionar ante este problema, y aún más importante, qué hacer para erradicarlo rápidamente.
La impotencia sexual masculina es una de las enfermedades más frecuentes en los tiempos modernos y consiste en la incapacidad que tiene el hombre de mantener o generar una erección lo suficientemente rígida de su pene para lograr concebir una relación sexual satisfactoria con su pareja. Entendiendo a su vez, que si este problema no se trata desde un principio, podría llegar a destruir la vida sentimental y sexual de quien la sufre. Estos inconvenientes de erección afectan a 2 de cada 10 hombres en el mundo aproximadamente.
Es apropiado explicar que la intimidad o la relación sexual es un proceso en el cual se entremezclan factores biológicos y psicológicos, por ende, su ejecución depende directamente de la coordinación de dichos factores neurológicos, vasculares y endocrinos, así que cuando uno de estos elementos se encuentra alterado, observamos la presencia de la impotencia sexual masculina o disfunción sexual.
Sin embargo, todos los hombres en algún momento pueden experimentar este tipo de problemas, en especial si se vive en una rutina llena de estrés o mucha actividad laboral. La edad más frecuente para su aparición es a partir de de los 45 años de edad y esta situación genera graves consecuencias en la calidad de vida del afectado y la de su pareja. Cabe decir que son los hombres que sufren de hipertensión o diabetes los más propensos a padecer de esta enfermedad, por otra parte, sus causas varían y para lograr la pronta recuperación del paciente, es necesario detectar el origen del problema. El término impotencia sexual se refiere a la capacidad de erección del pene y no a la falta del deseo sexual, la eyaculación precoz o el orgasmo, en otras palabras, no debemos confundir este trastorno con otras enfermedades que están relacionadas.
Una de las particularidades de estos problemas de erección, es que a la mayoría de los afectados les resultaba vergonzoso tener que acudir al médico por un problema de disfunción eréctil, debido a que su ego masculino resultaba herido, pero aun así, el índice de consultas médicas ha aumentado significativamente durante los últimos años. De igual modo, debemos recordar que anteriormente no se contaba con los suficientes estudios para profundizar en este problema, pero en los tiempos actuales, existe gran disponibilidad de tratamientos y diversos fármacos orales.
Por ende, si un hombre presume que tiene un problema de este tipo, debe someterse a distintos análisis conocidos como diagnósticos para elaborar un historial clínico apropiado. Por tanto, para que se determine la existencia de la disfunción eréctil, el problema debe estar presente por un mínimo de tres meses. Asimismo, una de las actividades realizadas en esta fase del diagnóstico es “la entrevista con el paciente”, esto con el objetivo de detectar problemas psicológicos que estén influyendo en esta enfermedad, así como detectar la depresión, aspecto que logrará descartarse con escalas, por ejemplo: la escala de Beck. Es pertinente indicar que con la entrevista también deben analizarse las relaciones interpersonales del paciente, es por ello que es necesario entrevistar también a la pareja del afectado (si la tiene), y realizar esta entrevista en un ambiente relajado, sin presiones o prisas ya que es importante analizar las expectativas o motivaciones de la pareja.
Por otra parte, desde un punto de vista médico, es justo que la persona afectada de impotencia le elaboren una historia médica para medir la presencia de: alcohol, tabaco, hipertensión o diabetes. Así como un análisis externo de los genitales para detectar algún síntoma o signo de enfermedades que sean causa de este problema. En este sentido, también es importante saber si la impotencia está relacionada con la falta de deseo, porque de ser así, debería medirse los niveles de testosterona en el paciente impotente.
Aunque es poco usual, los jóvenes pueden sufrir este problema. En los últimos tiempos, el índice de jóvenes y adultos menores de 40 años con disfunción eréctil, ha aumentado a grandes escalas, y al parecer, esto es a causa del estrés y el ritmo de vida agitado al cual se somete una gran parte de la población. Sin embargo, resulta que la disfunción eréctil en jóvenes está relacionada mayormente a factores psicológicos e interpersonales, es decir, la mayoría presenta un problema de impotencia psicológica.
Especialmente, en el caso de los jóvenes y de los adultos impotentes menores de 40 años, las principales causas de la impotencia masculina son: el alcohol, el consumo del tabaco y las drogas ilegales. Al mismo tiempo, otros estudios también han determinado que la obesidad es otro de los problemas que repercute en el flujo cardiovascular, problema que finalmente se manifiesta en la disfunción eréctil. Lo importante a tener en cuenta es que si el joven no lleva un estilo de vida saludable y adecuada, es posible que la disfunción eréctil se haga presente tarde o temprano.
Cuando los jóvenes acuden a una consulta, es para informarse o para disipar dudas, ya que admitir este problema les produce vergüenza. Asimismo, es de resaltar que la mala educación sexual en el hogar y en los colegios, dirigen al afectado a ignorar su problema, motivo por el cual se empeora la situación. Por tanto, es necesario detectar y solventar el problema desde el principio para que el enfermo no sienta angustia ni sufra de ella a largo plazo.
Para concluir este punto, debemos agregar que aunque las causas psicológicas sean las más frecuentes, existe la posibilidad de producirse por razones orgánicas, o inclusive, puede que ambas causas estén entremezcladas. Finalmente, aunque los índices hayan aumentado durante los últimos tiempos, menos del 30% de los jóvenes que sufren de esta enfermedad, tienen el valor de acudir a consultorios para indagar sobre el problema.
Los diferentes diagnósticos han detectado que además de encontrar razones biológicas, en este tipo de enfermedad también están presentes muchas causas psicológicas, como la ansiedad, la depresión o el estrés anteriormente mencionado, el cual origina una disminución de la libido, por tanto, dependiendo de su origen o de los obstáculos que origine, la impotencia sexual masculina o la disfunción eréctil se clasifica en los siguientes tipos:
-Coeundi: Este tipo de disfunción consiste en la incapacidad de mantener un coito (el acto sexual de introducir el pene en la vagina).
-Erigerandi: Sucede cuando el hombre no puede siquiera lograr la erección del pene.
-Generandi: Aquí el problema no es la capacidad de mantener el pene erecto y realizar el acto sexual, sino la imposibilidad de procrear.
-Psicógena: Cuando las razones no son orgánicas ni biológicas, en otras palabras, cuando la enfermedad no se origina por un problema en el mecanismo eréctil ni lesiones físicas, sino que sus causas apuntan a nivel psicológico.
-Orgánica: Este tipo de disfunción se presenta cuando las causas de la impotencia no son psicológicas, sino que corresponde a problemas orgánicos, siendo las más frecuentes las lesiones vasculares, luego las neurológicas y finalmente las hormonales.
-Mixta: Es la combinación de los tipos anteriormente mencionados y explicados.
También existe otra clasificación realizada a partir de la gravedad de la enfermedad, esta lista la comprende:
-Primaria: Este tipo le corresponde a los hombres que nunca han tenido una erección, aunque estos casos son atípicos, generalmente suceden en hombres que nacieron con malformaciones físicas.
-Secundaria: Cuando el afectado ha podido tener erecciones en el pasado, pero actualmente no puede tener ni una.
-Situacional: Este tipo se presenta en los hombres que son capaces de tener una erección en situaciones con características específicas pero en otras no.
-Generalizada: Este caso se presenta cuando hay un problema físico o psicológico que impide la erección del pene en todas las situaciones sin excepción.
Psicológicas:
Alrededor de un 25% de las personas que sufren de disfunción eréctil, encuentran su origen en el campo psicológico. Por esta razón, debemos recordar que existen situaciones que conllevan a esta irregularidad tarde o temprano y desencadenan en una impotencia psicológica. Elementos como: la formación religiosa, la educación moral, la información sexual equivocada, las malas experiencias sexuales o las relaciones disfuncionales en el hogar, son algunas de las situaciones que impulsan a la disfunción eréctil en el hombre. Sin embargo, a corto plazo, podemos ubicar que situaciones como la infidelidad, crean este tipo de problemas.
En primera instancia, son los trastornos emocionales como la ansiedad y el estrés, las principales causas de impotencia. Estas emociones alteran los niveles de la adrenalina, impidiendo que la vasodilatación pueda endurecer el pene. Es así como también el flujo de la sangre se ve obstaculizado e imposibilite la erección. Al mismo tiempo, es natural que ciertos problemas emocionales deterioren la autoestima y las relaciones interpersonales en los individuos.
Por otra parte, sea cual sea la causa de los problemas de erección, es común que el especialista detecte la ansiedad y anticipación del fracaso, y eso es absolutamente normal, puesto que el hombre siempre está atento a su respuesta sexual, se observa detalladamente y deja a un lado el placer erótico que es lo que influye directamente en la actividad sexual. Por tanto, el hecho de estar excesivamente pendiente de la situación, conduce a numerosos fracasos de erección, en este sentido, se entra en un ciclo infinito del cual no podremos salir por nosotros mismos, es aquí donde se hace necesaria la ayuda de un psicólogo, psicoterapeuta o sexólogo.
Uno de los escenarios más vistos actualmente, es que el individuo por múltiples motivos, va alejándose progresivamente de la actividad sexual, llegando a la inactividad sexual, lo que afectaría el deseo, la excitación, la satisfacción y el mismo orgasmo, lo que a su vez, conllevaría a la impotencia masculina o la disfunción eréctil.
Sin embargo, la depresión también es un elemento determinante en cada individuo, debido a que ella mide las posibilidades que tiene una persona de disfrutar los placeres de la vida. Así pues, este factor afecta el cuerpo y la mente del hombre, y se manifiesta a través de la disfunción eréctil. Por supuesto que dependiendo de la gravedad de la depresión es que la disfunción aparece, sin embargo, existe una probabilidad de un 70%. Finalmente, superar la depresión podrá parecer algo extremadamente difícil, percibiéndolo en ocasiones como algo imposible, pero por esta razón es importante que los implicados en la relación estén bien informados sobre este problema, es así como la mayoría de los afectados que padecen tanto depresión como disfunción, encuentra un tratamiento efectivo.
Biológicas:
Asimismo, las cirugías en el área pélvica están muy asociadas con la disfunción eréctil en el hombre, dicha operación se lleva a cabo por el cáncer de próstata, cáncer de recto o de vejiga. Lo cierto es que esta intervención puede dañar los nervios y los vasos en la zona del pene. Con relación a los traumatismos, son las lesiones en la columna vertebral o la fractura de la pelvis los más relacionados con este trastorno, debido a que dicho evento produce un bloqueo en la comunicación entre el tejido eréctil y el sistema nervioso.
En el caso de la diabetes, tenemos que saber que esta es una de las enfermedades que conlleva a la disfunción eréctil, digamos que esta disfunción sexual constituye uno de los principales síntomas de esta enfermedad, así como los altos niveles de colesterol. La realidad es que hasta un 50% de las personas diabéticas pueden atravesar este problema en alguna fase de la enfermedad.
Si la diabetes se controla adecuadamente manteniendo las cifras de glucosa en un nivel apropiado, cumpliendo con el tratamiento de manera estricta o siguiendo las recomendaciones sobre el ejercicio físico y la dieta saludable, puede disminuirse la probabilidad de la aparición de la disfunción eréctil. En este sentido, quienes padecen de diabetes y disfunción al mismo tiempo, por lo general encuentran un tratamiento efectivo que les ayuda a superar esta dificultad a corto o mediano plazo, resolviendo al mismo tiempo, problemas como la eyaculación precoz.
Pero con relación a la hipertensión, un 28% de los hombres que sufren de la misma, experimentan a su vez trastornos de respuesta sexual, también conocido como la impotencia sexual masculina. Entiéndase, que la hipertensión es una de las enfermedades más comunes actualmente, sin embargo, un control apropiado de la tensión arterial disminuirá en gran medida este segundo problema. Lo importante es que el paciente se trate de una forma adecuada y cumpla debidamente con el tratamiento farmacológico, además de revisar reiteradamente su presión arterial. Es así como la mayoría de las personas que padecen de estas enfermedades al mismo tiempo, encuentran un tratamiento efectivo.
En otro orden de ideas, los hombres que sufren de un infarto también sufren de problemas sexuales, como por ejemplo, la impotencia sexual masculina. En caso de diagnosticarse una cardiopatía, el afectado deberá consultar con su médico sobre sus condiciones en el plano sexual. De igual modo, los pacientes con problemas cardiacos tendrán dificultad para que llegue sangre al pene, impidiendo la erección, a esto se le conoce también como la aterosclerosis. Eventualmente, el paciente tendrá miedo de sufrir una recaída durante el sexo, y por ello, la disfunción eréctil se acentuará aun más, a tal punto, que el paciente evitará tener relaciones sexuales. Es apropiado que el afectado le pregunte a su médico el nivel de esfuerzo que pueda realizar.
La mayoría de los hombres que sufren de estos problemas, encuentran un tratamiento efectivo, pero al mismo tiempo es importante tener un control de todos los valores que comprometan la enfermedad, así como cumplir con el tratamiento farmacológico y hacer las actividades físicas que el médico suscriba, sin olvidar que los hábitos alimenticios también son sumamente importantes para superar esta situación.
Por otra parte, algunos fármacos utilizados para la hipertensión arterial, el exceso de colesterol en la sangre, las depresiones, el insomnio o para el mismo cáncer, pueden causar como efecto secundario la disfunción eréctil. En estos casos, eventualmente, el paciente no podrá sustituir su respectivo medicamento ni eliminarlo, así que lo mejor será iniciar al mismo tiempo un tratamiento sintomático para combatir la disfunción eréctil. Lo importante es que antes de iniciar algún tratamiento o intentar eliminar algún medicamento, se le consulte al médico que lo prescribió.
Como con cualquier otra enfermedad, la prevención se centra en eliminar, erradicar o evitar cualquiera de los factores que motivan la aparición de la misma. Dicho esto, tenemos que estar conscientes que una serie de actividades nocivas conducen hasta esta enfermedad, dejando a un lado el falso mito de que la disfunción eréctil aparece como consecuencia inevitable del envejecimiento o la edad. En tanto, la principal forma de evitarlo es modificando los hábitos inadecuados como por ejemplo:
Abandonar el cigarrillo, debido a que diversos científicos han comprobado que el tabaquismo es una de las principales causas de la disfunción eréctil. Las sustancias del cigarro, más precisamente el tabaco, obstaculizan la circulación sanguínea, es por ello que el pene no logra recibir la cantidad de sangre suficiente para llevar a cabo la erección. Su explicación técnica sería la siguiente: el tabaco altera la molécula de la síntesis de óxido nítrico, que es aquella que se encarga de facilitar el riego sanguíneo e incrementar la entrada de oxígeno a los tejidos para finalmente favorecer la erección.
No consumir alcohol en exceso, porque los efectos del mismo disminuyen la rigidez del pene en su estado natural, es decir, en el caso de los alcohólicos crónicos, su actividad sexual se verá condicionada por la frecuencia y la cantidad de alcohol que consuma el individuo, por tales motivos es importante reducir, o de ser necesario, eliminar el consumo del alcohol cuanto antes.
Hacer actividades físicas alrededor de 5 veces a la semana por un tiempo de 40 minutos, favorecerá la circulación porque el ejercicio disminuye el colesterol malo, esto recordando el vínculo que guardan los problemas cardiovasculares y la disfunción eréctil. En este sentido, tenemos que saber que las personas sedentarias son más propensas a padecer disfunción eréctil.
Mantener una dieta saludable, debido a que el sobrepeso o la obesidad están relacionados con la diabetes, que es a su vez, una de las enfermedades más relacionadas con la disfunción eréctil. Es recomendable combinar esta dieta con ejercicios para evitar el desorden metabólico que conlleva a la subida de peso.
Descansar adecuadamente es otra de las medidas que ayudan a prevenir este problema, debido a que si el individuo no cumple con sus respectivas horas de sueño, y además, vive en un ambiente de estrés y de actividad excesiva, la libido puede verse afectada hasta el punto de originar la disfunción eréctil. El deseo se verá fortalecido si la persona cumple con sus horas de descanso.
Medicarse bajo la asesoría de un profesional. Muchas personas cometen el error de comenzar a ingerir medicamentos para la erección a juicio propio, y resulta que algunos fármacos son capaces de ocasionar la disfunción eréctil, es por eso que un individuo debe medicarse bajo control médico. Por otra parte, en caso de ingerir una medicina que no se pueda sustituir o eliminar debido a que es para erradicar una enfermedad crónica, deben tomarse otras medidas que ayuden a disminuir las afecciones sexuales.
Consultar al médico si la impotencia se repite reiteradas veces, debido a que un diagnóstico precoz facilitará el tratamiento y la pronta recuperación. De igual modo será necesario tratar problemas como la depresión y la ansiedad, debido a que esta irregularidad también se produce por trastornos afectivos o problemas en la relación de pareja, circunstancias que se pueden diagnosticar y tratar con terapias para erradicar sus consecuencias.
Podemos decir que el diagnóstico está constituido por dos etapas que varían de acuerdo a los propósitos del paciente, su edad, el estado de su salud, y su condición médica. La primera etapa le corresponde al análisis psicosexual, un examen físico entero y una evaluación hormonal tomando en consideración los valores básicos. Luego, la segunda etapa tendrá como objetivo detectar la causa de la disfunción y para ello requerirá de una consulta psicológica, un estudio neurológico y un análisis de la funcionalidad de las arterias y venas. De este modo, debemos decir que los propósitos del diagnóstico son: determinar las causas psicológicas y médicas de la disfunción eréctil, evaluar la gravedad de la misma y establecer una estrategia compatible con las causas de impotencia diagnosticadas que permita la pronta recuperación.
-Pruebas muy recomendadas: son aquellas que deben aplicarse todos los individuos afectados, e incluyen análisis físicos y biológicos enteros que ayudarán a detectar el origen de la falta de erección.
-Pruebas recomendadas: esta es mucho más precisa y detallada, su función es analizar los niveles de glucemia en el paciente, así como los caracteres sexuales primarios y secundarios. Esta prueba varía en los adultos mayores de 50 años y en los jóvenes.
-Función renal y hepática, homograma y hormonas son algunas de las pruebas opcionales que se recomiendan en algunos pacientes.
-Por otra parte, existe un examen llamado NPT (Tumescendia peneana nocturna), que consiste en registrar la rigidez de las erecciones que ocurren mientras el afectado duerme, este registro tiene una duración de aproximadamente tres o cuatro noches seguidas.
-La estimulación visual es otro de los ejercicios que ayudarán al diagnóstico, esta actividad consiste en la reproducción de películas eróticas que producen erecciones en la mayoría de los hombres. Si el paciente llegara a tener una erección con una de estas películas, indicaría que su motivo posiblemente no sea orgánico.
-Será necesario realizar estudios vasculares y neurológicos más detallados en algunos pacientes.
-También, podrá estudiarse la velocidad sanguínea gracias a la ecografía doppler, técnica que permitirá determinar el flujo arterial gracias a un artefacto llamado ecógrafo.
-La cavernosometría, es otra de las pruebas a las cuales se somete el paciente para determinar el grosor de las arterias. Normalmente, esto se aplica cuando el paciente quiere realizarse una reconstrucción vascular.
-Lleva una dieta sana, no comas alimentos pesados antes del acto sexual si quieres mantener una erección.
-Escoge una buena postura que te permita alargar y fortalecer la erección.
-Disipa los nervios, debes estar relajado y cómodo para mantener la erección.
-Trata de utilizar preservativos que limiten la sensibilidad y permitan un placer más prolongado durante el acto sexual.
-Existen instrumentos que ayudan a estimular el pene, así que si sus ingredientes son fiables y los médicos recomiendan su uso, no tienen por qué evadirse.
-Controla los medicamentos que estés tomando para combatir el estrés, debido a que ellos obstaculizan la posibilidad de mantener la erección del pene.
-Hacer actividades físicas es de mucha ayuda para llegar a la meta. Una buena figura te hará sentir bien y fortalecerá tu autoestima.
-No fumar
-No beber en grandes cantidades
-No masturbarse demasiado
-De no ser necesario, evitar pastillas para la erección masculina
En primer lugar, el tratamiento debe ser de forma personalizada, y debe realizarse una vez obtenido el diagnóstico. En tiempos actuales, existen distintas opciones pero su selección dependerá de la causa. Así que para pacientes con impotencia generados por problemas psicológicos es fundamental la terapia en consultorio con un psicólogo o sexólogo experto en el tema, de este modo, tanto el afectado como su pareja recibirán el asesoramiento adecuado para ayudarles a superar el problema de disfunción.
Por otra parte, los pacientes con este problema a causa hormonal, tienden a sufrir de un déficit de testosterona, y además, responden de forma positiva cuando le recetan un tratamiento sustitutivo de esta hormona, el cual puede administrarse como un gel, un parche o una inyección. Con relación a los problemas arteriales debe realizarse el conocido eco-doppler peneano, y finalmente, en pacientes con dificultades vasculares como la hipertensión, debe suministrarse un tratamiento que erradique estas molestias y pueda corregirse la disfunción eréctil. Cabe decir que otros tratamientos podrían ser: inyecciones en el pene, dispositivos de vacío, cirugía, ondas de choque o tratamientos tópicos. Sin embargo, es probable que la mayoría deba ingerir pastillas para erección.
Con relación a la ayuda psicológica, esta es recomendable en los afectados menores de 45 años, debido a que probablemente el problema tenga orígenes mentales, de igual modo, si se trata de una causa fisiológica, el paciente necesitará fortalecer su autoestima por la depresión y la ansiedad que genera la falta de erección.
Sea cual sea el caso, es necesario acudir a un especialista: psicólogo, psicoterapeuta o sexólogo. El tratamiento se basará principalmente en la reeducación de los comportamientos apropiados para el sexo, tomando en consideración el manejo sensorial y la ansiedad regulada para disfrutar del rendimiento sexual.
-Tadalafilo: su función es aumentar el flujo sanguíneo en el pene. Se suministra media hora antes de tener el acto sexual y su efecto dura un día entero. El dolor de cabeza y los dolores musculares son los efectos secundarios comunes de este fármaco.
-Vardenafilo: su función es aumentar el flujo sanguíneo en el pene en presencia de la estimulación sexual. Se suministra una hora antes de tener el acto sexual y su efecto dura medio día. El dolor de cabeza, los mareos y las náuseas son efectos secundarios comunes de este fármaco.
-Sildenafilo: al igual que las anteriores, su función es aumentar el flujo sanguíneo en el pene para poder facilitar la erección. Se debe suministrar 60 minutos antes de empezar a tener relaciones sexuales. El dolor de cabeza y los trastornos visuales, son efectos secundarios comunes de este fármaco. Existe un porcentaje considerable de hombres que han reaccionado eficazmente ante este fármaco.
-Stendra: su función también es aumentar el flujo sanguíneo en el pene para dar lugar a la erección. Su efecto se produce un cuarto de hora después de haberlo ingerido. Sus efectos secundarios son prácticamente inexistentes.
-Gingseng: es uno de los más efectivos remedios naturales para la impotencia, además podría describirse como un tipo de viagra por sus efectos. Cuando las personas lo consumen, libera componentes que tratan activamente la impotencia. Se recomienda su consumo diario, y así evitar los medicamentos para la impotencia.
-Acupuntura: sirve para activar las zonas del cuerpo utilizando agujas. Este tratamiento natural mejora y restaura la calidad de la erección.
-Ginkgo: estudios han revelado que la mayoría de los hombres impotentes tienen niveles muy bajos de zinc en la sangre, es por ello que el ginkgo es indispensable en esta dieta.
-Yohimbina: esta es una hierba ideal para mejorar este tipo de problemas, sin embargo, la sustancia necesaria se obtiene al extraer la corteza. Además de solucionar el tema de la impotencia, también reduce la depresión y ayuda a tener mejores erecciones.
-Ajo: conocido como una de las mejores medicinas naturales para este problema. Se recomienda comer ajo crudo para estimular la circulación en la sangre. El ajo es un buen afrodisiaco al igual que la cebolla.
-Jengibre: este ingrediente además de mejorar la falta de erección, también solventa muchos problemas de salud, aunado a esto, es un estimulante del apetito sexual.
-Avena: reconocido universalmente como uno de los cereales más nutritivos y favorecedores en la salud. Sin embargo, en los impotentes, estimula la erección gracias a la gran cantidad de proteínas que contiene.
-Yerba mate: crece en las selvas del sur de América. Una de las bebidas tradicionales de Argentina. Sus propiedades estimulan la libido y permiten la mejoría de la impotencia masculina.
-Granada: de acuerdo con diversos estudios, el jugo de granada es recomendable para mejorar la calidad de la erección alrededor de un 40%, esto se debe a los antioxidantes que favorecen el flujo sanguíneo.
-Corteza del Corynanthe yohimbi: en algunos lugares lo conocen simplemente como Yohimbé y es uno de los principales remedios naturales recomendados para curar la impotencia masculina debido a que contiene sustancias que mejoran el flujo sanguíneo y motivan a la erección.
-Maca: raíz propia de la región de los Andes. Favorece el flujo sanguíneo y mejora la erección masculina.
Psicólogos de México expertos en impotencia sexual