Con la aparición de las redes sociales y el estudio de los efectos psicológicos que las mismas producen, se ha desarrollado un nuevo trastorno adictivo: la adicción a las redes sociales. Dichas adicciones sociales comparten las mismas características que otras adicciones, es decir, son conductas o comportamientos que se apoderan de la vida de un individuo, y que, al mismo tiempo, producen efectos en su cuerpo que desembocan en consecuencias negativas a nivel psicológico y físico. La diferencia con otras adicciones, como el alcohol o las drogas, es que pueden llegar a ser mucho más adictivas que estas. Lo confirma un estudio realizado por Wilhelm Hofmann de la Universidad de Chicago quien hizo un experimento de uso de las redes sociales, exactamente Facebook y Twitter, donde demostró que los usuarios podían dejar otras adicciones, como por el ejemplo el tabaco, en diferentes sucesos u ocasiones externas, pero una gran mayoría de ellos no podían dejar de mirar la red social ante cualquier evento o suceso, por peligroso o interesante que fuera, como por ejemplo: conducir, hablar con su pareja mirando constantemente a la pantalla del celular, posponer las relaciones sexuales en favor de las redes sociales, mirar el estado de la red social en el smartphone durante el coito o ir al aseo con el dispositivo móvil.
Las redes sociales albergan pequeñas comunidades compuestas por personas interconectadas de acuerdo a sus intereses o relaciones interpersonales, bajo esta premisa, las plataformas que surgieron con el avance de las tecnologías han adquirido un éxito innegable en la sociedad, situación que ha dado origen a una especie de epidemia adictiva, un problema que se presenta con mayor frecuencia en mujeres y personas que se encuentran en edades vulnerables caracterizadas por la impulsividad, entre ellos: los adolescentes, afectando su salud física y mental. Asimismo, los expertos aseveran que las personas organizadas tienen menos posibilidades de padecer este problema. Algunas de las más redes sociales y apps sociales más conocidas y adictivas son: facebook, twitter, youtube, instagram, pinterest y whatsapp.
Sin embargo, tampoco debemos dejar a un lado que tanto internet como las redes sociales también representan ventajas positivas para los jóvenes, entre ellas podemos mencionar: el entretenimiento, la comunicación y la facilidad para establecer relaciones sociales. Por ende, nos encontramos en un escenario de ambigüedades, donde el tema tiene una especie de carga positiva y negativa en la sociedad.
La adicción a las redes sociales es una conducta adictiva particularmente compleja porque abstener totalmente su uso es básicamente imposible, debido a que podemos encontrar dispositivos con conexión a internet en cualquier lugar, ya sean computadoras, celulares, tablets e incluso consolas de última generación que ya tienen acceso a la red.
Este comportamiento, al mismo tiempo, puede constituirse como un trastorno obsesivo-compulsivo, dado que la obsesión por ejecutar la actividad de forma compulsiva toma el control del internauta y manipula distintos ámbitos de su vida.
Los síntomas que se presentan con mayor frecuencia en los adictos a las redes sociales son:
Las personas que tienen mayores posibilidades de caer en la adicción a las redes sociales tienen las siguientes características:
De acuerdo con el Manual de Estadísticas y Diagnóstico de Desórdenes Mentales, existen factores que ayudan a diagnosticar si una persona padece de adicción a las redes sociales y cuál es la gravedad del problema. Entre estos factores podemos mencionar:
la mayoría de las adicciones tienen su raíz en causas familiares. Cuando se producen problemas o surgen situaciones de conflicto dentro de la familia, los individuos sienten carencia de afecto, especialmente los niños y los adolescentes, por tanto, buscan opciones para escapar de la realidad que los rodea y comienzan a sumergirse de forma excesiva en actividades que pasan a convertirse en adicciones, por ejemplo, el uso de las redes sociales.
En otro escenario, se encuentran los padres excesivamente permisivos, quienes les dan muchas libertades a sus hijos y como consecuencia, ellos comienzan a manifestar problemas con el control de sus actividades, excediendo el uso de los aparatos tecnológicos y las redes sociales. Lo ideal es que los jóvenes sean capaces de tener un autocontrol respecto a sus comportamientos, pero esto solo puede lograrse con una correcta formación y la imposición de límites previamente establecidos por los padres.
Las personas tímidas logran relacionarse con mayor facilidad a través de las redes sociales, sin embargo, la mayoría acostumbra a mentir sobre ellos mismos, ocultan su verdadera imagen física, nombre o edad, alteran su personalidad y adaptan sus intereses dependiendo de la persona con la que estén hablando, en otras palabras, muestran una imagen falsa de ellos mismos. De acuerdo con encuestas y análisis de expertos en el tema, más de la mitad de los casos de adicción a las redes sociales son provocados por la influencia de los amigos que invitan a usarlas.
Un individuo sin metas, objetivos o propósitos, es una persona que no encuentra motivación para desarrollarse en el ámbito laboral o académico. Por tal motivo, las redes sociales le producen placer inmediato y hacen que se sienta a gusto, por lo que seguirá realizando dichas actividades, obsesionado por la sensación que le produce. Las redes sociales representan para los individuos una clara oportunidad para escapar de la rutina.
Cuando los amigos de un joven comienzan a formar parte de alguna red social e interactúan por esa vía, el joven siente la necesidad de ingresar en la misma plataforma para ser socialmente aceptado, sin embargo, esta situación puede volverse adictiva con el tiempo.
Por último, los adolescentes se convierten en personas vulnerables desde el punto de vista psicológico y emocional por los cambios que viven durante esa edad, por tanto, las redes sociales le proporcionan al individuo una falsa seguridad que compensa las inseguridades de su vida cotidiana. En este sentido, podemos decir que los problemas de adicción a las redes sociales se producen y van acompañados básicamente por sentimientos inseguridad, baja autoestima y soledad, siendo las personas vulnerables, poco adaptables, de hogar inestable y pocas relaciones sociales, las más propensas a adquirir esta adicción.
Ámbito familiar
Cuando el individuo finalmente se convierte en un internauta dependiente de estas redes sociales, comienzan a surgir problemas comunicacionales con las personas próximas y los familiares, situación que genera desequilibrios en el núcleo familiar dado que el diálogo es la base de la comunicación, tomando en cuenta que los integrantes de un hogar deben intercambiar opiniones y manifestar preocupaciones o sensaciones que reclaman una solución para llevar una vida sana y armónica en conjunto.
Pero lamentablemente, las personas adictas a las redes sociales generan distancias dentro del propio hogar, puesto que el individuo asume una conducta aislada, asocial y desconectada de la realidad que le rodea, por consiguiente, el hogar comenzará a manifestar desequilibrios y problemas.
Ámbito Social
Los jóvenes dejan a un lado la comunicación directa, esto quiere decir que todo intercambio de ideas o pensamientos los manifiestan a través de una computadora o un teléfono móvil. Desde el punto de vista personal y social, también dejan a un lado sus propias actividades recreativas y de entretenimiento como: el deporte, las fiestas o las reuniones, solo por querer mantenerse conectado en las redes sociales, esta situación podría generar severos trastornos de sueño.
La Seguridad
Los secuestros de datos han sido uno de los principales problemas a los que se han tenido que enfrentar muchos jóvenes como resultado de la información que se comparte en las redes sociales con personas desconocidas, o individuos que asumen una identidad falsa para cometer delitos.
Naturalmente, a los jóvenes les cuesta establecer límites o pensar en las consecuencias que pueden generar algunas acciones, es por ello que la mayoría aceptan solicitudes o invitaciones de individuos que no conocen solo por el deseo de pertenecer a la red social y poder agradar a otras personas, de hecho, muchos jóvenes mienten con relación a la fecha de su nacimiento para poder ingresar en una red social.
Accidentes Automovilísticos
Esta es una de las consecuencias más graves, puesto que los adolescentes o adultos jóvenes con licencia de conducir, contestan mensajes a través de las redes sociales mientras están al volante, ignorando las señales de tránsito o dejando pasar cualquier imprevisto que surja en el camino.
En el mes de mayo del 2016, Cesar Gómez Monge, Secretario de Salud del Estado de México, advirtió que en lo que iba de año, las cifras de siniestros automovilísticos provocados por el uso del celular habían aumentado, tanto que podría convertirse en la causa número uno de este tipo de accidentes en el país. Por tal motivo, se han puesto en marcha cientos de campañas preventivas que conmocionan al mundo y advierten las consecuencias del uso de las redes sociales mientras se está al volante.
Debemos decir que tanto los fármacos como la terapia psicológica, han logrado óptimos resultados en el proceso del tratamiento de la adicción a las redes sociales. Sin embargo, antes de estructurar un programa terapéutico, el psicólogo debe tomar en consideración la posible presencia de otras dificultades psicológicas en el paciente, por este motivo, será necesario tener el historial clínico del mismo, sus antecedentes desde la niñez, estar al tanto de conflictos familiares y conocer si el joven ha tenido trastornos del ánimo, problemas con el autoestima o dificultad para controlar los impulsos. El hecho de que antidepresivos o ansiolíticos funcionen para controlar esta adicción, es un indicativo de que el origen de la adicción a las redes sociales muchas veces es una depresión o simplemente ansiedad que incitan hacia la adicción.
Las acciones que debe ejecutar el psicólogo antes de la terapia son:
La intervención para la adicción a las redes sociales, consta de las siguientes fases:
Manejo de estímulos relacionados con la adicción a las redes sociales: se trata de controlar la conducta y suele iniciarse con la privación de la misma, evitando ingresar o estar en actividad en las redes sociales por un tiempo determinado, previamente establecido por el profesional.
Interacción con el estímulo conflictivo: después de haber evitado hacer uso de las redes sociales, el psicoterapeuta propiciará que el paciente haga uso de ellas por un tiempo limitado, de forma progresiva y supervisada, esto siempre y cuando el joven esté preparado para esta fase.
Aprender técnicas de relajación: así como técnicas que le ayuden al internauta a solucionar problemas, controlar sus impulsos, bajar niveles de ansiedad y combatir ideas negativas, en este sentido, estamos hablando de la terapia cognitivo-conductual, la terapia de relajación y la terapia racional emotiva.
Incorporar nuevas actividades a la rutina diaria: el psicólogo debe ayudar al paciente a crear una nueva forma de vida, llena de actividades novedosas, plenas y satisfactorias, a esto se le conoce como terapia ocupacional, donde el principal objetivo es que el paciente invierta su tiempo en actividades que generen cambios positivos y reemplacen la necesidad de estar inmerso en las redes sociales.
Educar a las personas vinculadas sobre la adicción a las redes sociales: informar tanto a los padres como al paciente sobre el abuso de las redes sociales, el origen del problema, las causas y consecuencias, así como explicarles que cualquier comportamiento realizado de forma excesiva es perjudicial y le traerá resultados poco favorables en su vida.
Aplicar terapias familiares: la adicción a las redes sociales provocan la desvinculación familiar por ello es necesario es necesario restablecer la unión familiar de existir este tipo de problemas, o volver a establecer normas, límites y la autoridad que los padres deben tener con sus hijos, por ende, el psicólogo le enseñará a los padres nuevas habilidades para posicionarse como una figura respetable pero justa al mismo tiempo, sin crear un perfil dictatorial porque podría perjudicar la relación padre-hijo.
Informar a los padres y al paciente cuál es el uso adecuado de uso adecuado de las redes sociales y las nuevas tecnologías asociadas: con la finalidad de establecer los límites necesarios considerando su edad y el objetivo de su uso, esto se conseguirá a través de técnicas conductuales y de reforzamiento.
Estructurar una planificación preventiva: aunque el tratamiento contra la adicción a redes sociales esté arrojando resultados positivos, no debemos olvidar que la prevención es necesaria durante la terapia y después de la misma.
Invitar al paciente a participar en actividades conectadas con la vida social real y no con la vida social virtual, como es el caso de las redes sociales, dar lugar a nuevas relaciones sociales e incentivarlo a participar en actividades que dejen a un lado el uso de dispositivos tecnológicos.
El psicoterapeuta está en la obligación de explicarles a los familiares en qué consiste cada estrategia de intervención, y además, debe escoger la modalidad que se ajuste al problema para obtener una buena respuesta. En este proceso influyen en gran medida los resultados diagnósticos, el nivel de motivación y los recursos que estén disponibles.
En el caso de los niños y adolescentes, se recomienda que tengan una terapia individual y privada con el profesional, sin la presencia de padres o representantes, con el objetivo de crear una atmósfera de complicidad entre el psicólogo y el joven adicto, así el paciente sentirá una especie de alianza que le motivará a compartir información de valor para el tratamiento.
Pero esto no significa que tengamos que apartar a los padres en este proceso, al contrario, el psicólogo debe trabajar en conjunto con los padres, representantes, profesores, amigos y todas las personas que se relacionen directamente con el paciente, debido a que ellos son parte indispensable en la formación del joven y necesitan conocer el programa terapéutico
Psicólogos de México expertos en adicciones a nuevas tecnologias y redes sociales